Chinguaspul!

Fue muy extraño, caminaba como cualquier día; distraído en nada particular, pensando en todo y yendo a donde fuera. Me sorprendí al ver algo extraño en el jardín, pero sin prestar mucha atención seguí adelante, un pájaro, una flor o fruto extraños, tal vez otra cosa. Pasó un día tedioso, que empeoraba con el frustrante calor que sigue aumentando; sin pena ni gloria. Dos o tres pendientes resueltos, trabajos nuevos y tareas por hacer. Avancé mucho hoy, pero como todos los días,me voy a comer. Hoy la secretaria se ve muy guapa, yo creo que nunca dejarán de sorprenderme sus ojos, especialmente su mirada. Entre estos ojos y la inigualabre mirada de los niños, especialmente pequeños, estoy seguro que vive la mirada de los ángeles; un constante recordatorio de que un Ente superior nos saluda.