Madre Soledad: Tributo al H. crustáceo

La soledad no es una novia, ni una amante, ni una concubina.
La soledad es una madre, la cual nos parió desde el mismo
instante en que tuvimos conciencia de que estabamos
no solos sino abandonados.

Es una madre porque nos recibe siempre entre sus brazos,
nos amamanta con su silencio y nos arrulla con su voz de candil.
Cuando el mundo se olvida de nosotros,
cuando nosotros nos olvidamos de nosotros mismos,
siempre está ahí sin titubeos.

Tenemos su misma cara y nos parecemos tanto a ella
que en ocasiones nos reconocemos solos.
Y en nuestras soledades nos adormecemos felices
porque no tenemos miedo, madre soledad nos cuida.

Madre soledad me despierta en las mañanas
y me prepara el desayuno, me acompaña al trabajo,
incluso me sorprende en mi cumpleaños
cuando despido a mis amigos.

A Madre soledad le cuento de mis chicas y sonríe,
me trata como un niño y me apapacha.
Incluso me regaña cuando sabe que espero esa llamada,
y se va de vacaciones cuando una chica me visita.

Madre soledad le cuenta un cuento a mi conciencia
y me anima a no estar solo por las noches.
Y aunque sabe que algún día la dejaré por otra dama,
madre soledad llora de alegría porque no es malvada.

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Mi amigo el crustáceo es realmente un muy wen tipo. Lo escribió él y lo publico como tributo.
Saludoss!!