Quiero perderme.

Quiero aterrizar en tu cabello y deslizarme entre las suaves cuerdas que lo forman; para posar mis toscos pies cuidadosos sobre el perfume que flota y me hace levitar más allá de cuanto pudiera imaginarme; quiero tocar tu mejilla sin sentirte en la piel, sino en el corazón-en el alma. Quiero hoy vivir en tus ojos, y dirigir tu mirada siempre hacia el futuro incierto-probable-esperanzador. Beber de tus lágrimas pasadas y futuras, y endulzarlas hasta convertir la amarga sal en preciosos cristales que hagan brillar aún más la mirada cautivante que da la vida; Quiero ver contigo y poder compartir el futuro que con cincel en mano, forme a base de melódicos golpes el martillo de las acciones conjuntas de nuestras manos, mientras comparten estos pies desnudos el camino que ha de venir, para así, desprovistos del cobarde miedo que limita y ofusca el motor humano de la concepción de las ideas, caminar contigo y compartir la vista.